Empieza a cortar y a recortar

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Ideario

Somos una Col•lectiva feminista formada por mujeres y lesbianas unidas por la necesidad de crear un grupo de apoyo y acción para resistir a las imposiciones de nuestro género, transformar el orden establecido y generar nuevas alternativas.
Nos autodenominamos “mujeres” y “lesbianas” aunque no todas nosotras compartamos el mismo significado de estas categorías, nos une la elección de estos conceptos como herramientas políticas vertebradoras de nuestra lucha feminista.
Afirmamos que es necesario visibilizarnos como “mujeres” o “lesbianas” porque los significados normativos de estos términos, siguen operando en la realidad y generando fuertes desigualdades sociales, materiales y simbólicas así como importantes opresiones específicas.
En este sentido, pensamos que algunas formas de disidencia sexual, como el lesbianismo, tienen un importante poder subversivo que aún hoy no ha sido suficientemente reconocido. Implica que el modelo heterosexual ligado a la reproducción y a la familia nucelar es sólo una de las formas de concretarse la sexualidad humana y, conceptualmente, cuestiona las bases mismas de la organización social y económica que se sustenta en la distribución de los roles de género y en la discriminación femenina.
Queremos partir de que el género, en interacción con otras marcas diacríticas como la raza, la clase, la discapacidad, la edad, la sexualidad es un mecanismo de poder que se apoya en el patriarcado y en el capitalismo y que impone de forma rígida, violenta y jerarquizada las categorías de hombre/mujer y masculino/femenino, entre otras, con el fin de producir cuerpos, estructuras e instituciones que se adapten y perpetúen el orden establecido.
Por ello, desde nuestra colectiva no sólo utilizamos estrategias de lucha identitarias, también llevamos a cabo políticas basadas en afinidades con otras personas o grupos que se definen como feministas y con los que compartimos historias de opresión por motivos de sexo, género y sexualidad. Apuntamos a una política de coaliciones en función de luchas entorno a diversos ejes de exclusión compartidos.
Para evitar reproducir con nuestras prácticas organizativas relaciones de poder coercitivas, mantenemos una estructura asamblearia y horizontal donde la toma de decisiones está basada en el debate y en el consenso.
Porque lo personal es político el proyecto de la colectiva atraviesa nuestras existencias en lo cotidiano y nos parece una cuestión de supervivencia fomentar entre nosotras las relaciones afectivas libres e iguales, respetando la diferencia, así como el apoyo mutuo, la confianza y cohesión como acicate para empoderarnos, resistir, crear y transformar nuestras vidas y el mundo.
Finalmente, reconocemos nuestro marco de actuación en la ciudad de Barcelona pero sabemos que las luchas locales están atravesadas por lo global, por lo que intentamos generar un feminismo altermundista y transfronterizo